03/10/09

"aquí me tienes para tus enseñanzas"


Oh, Tiempo,
amante más que ninguno,
aquí me tienes para tus enseñanzas,
para tus expansiones,
para tus nudos de corbata.

Aquí me tienes para tus noches
y el recreo estival,
y para ser tu intercesora
en los debates más encarnizados.

Estaré de tu lado
taimadamente, como las novias
que no toman partido
pero no se retiran jamás del lugar
donde los hombres más valientes
son amenazados.

Desde allí todo lo ven
con su ojo atento y forzado
y un embarazo de apenas dos meses
en el que aún no piensan.

Y cuando vengan los pistoleros,
oh, Tiempo,
yo como las novias arrebatadas
esperaré hasta que caiga
la última de tus gotas de sangre,
prestándote todo mi apoyo,
animándote.

Quiero servirte de consuelo
hasta el último segundo de tu existencia,
Tiempo.

Quiero acompañarte toda mi vida
en los escalones
hechos sobre la marcha
de tu infinito atardecer.

Luisa Castro In "Amor mi señor", Tusquets Editores, Barcelona, 2005, pp 99-100.
.
.
.